Un ambiente idóneo para el dormitorio infantil.

A.R.T.L. 04/06/2009
Esos ‘locos bajitos’ que corretean por la casa, que nos dan derecho a colocar pinturas en la puerta del frigorífico y nos hacen pasar tantas noches en vela necesitan de una buena habitación donde recuperar sus fuerzas y reponer esa energía (que a veces nos vuelve locos a los adultos). La habitación de los niños es también un lugar de juegos y donde realizan sus tareas escolares. Debe tener una serie de características que les haga agradable su estancia en ella.

Seguridad e higiene en suelos y cortinas
El suelo debería ser de un material suave y que absorba los impactos, como pueda ser una alfombra o una moqueta: nuestros vecinos nos lo agradecerán y además les protegerá de posibles golpes y chichones cuando están aprendiendo a andar.

Las alfombras de lana dan mejor resultado en las habitaciones de los niños que las sintéticas. Evite el pelo largo: es difícil de limpiar y puede ser un nido de gérmenes. Además tendremos que prestar especial atención a aquellos niños que sean alérgicos a los ácaros ya que en este caso alfombras, moquetas y cortinas estarían desaconsejadas. Al respecto de cortinas y persianas, tendremos que prestar una atención especial a los cordones ya que pueden resultar peligrosos para los niños, mejor prescindir de los cordones.

Paredes para los pequeños ‘artistas’
En las paredes podemos poner un papel pintado; los hay de gran variedad en el mercado. Actualmente son casi todos lavables, pero preste especial atención a su facilidad de limpieza ya que los niños son pequeños ‘grafiteros’ que se lo pasan en grande pintando en las paredes. Si elige pintura, podemos aplicar el mismo consejo, una pintura lavable que nos permita limpiar esas decoraciones espontáneas que aparecen de vez en cuando en las paredes de casa. Una buena idea en este sentido es la de colocar una pizarra en una de las paredes, a su altura, con el fin de que puedan pintar a sus anchas, puede poner una pizarra clásica o de las que admiten rotulador, o incluso poner un gran trozo de papel de estraza, que resulta muy económico y nos permite cambiar de vez en cuando el colorido mural de nuestros pequeños.

El descanso merecido (para todos)
La cama ha de tener una pequeña barrera cuando el niño acaba de salir de la seguridad de la cuna y crece lo suficiente como para ir a una “cama de mayores”, es algo que les hace mucha ilusión, pero no debemos olvidar su seguridad. Las literas deberán estar aseguradas a la pared y tener también pequeñas barreras que les protejan de caídas. Si sitúas la cama al lado de la pared tendrás más espacio para juegos que si la sitúas bajo la ventana o en medio de la habitación. Al margen de que una cama bajo la ventana es una tentación para asomarse a la misma.

Podemos utilizar colores y motivos llamativos para las sábanas, los cubrecamas y las almohadas que decoran la cama. Y por supuesto elegiremos aquellos que sean fáciles de lavar, sobre todo para las habitaciones de los más pequeños.

Sus tesoros a buen recaudo y bien organizados
Un buen sistema de almacenaje es clave pare mantener ordenada la habitación de los niños. Podemos dividir el almacenaje en aquello que utilizamos a diario, lo que se utiliza a menudo y lo que raramente se utiliza.
Colocaremos lo más utilizado en los sitios más accesibles para el niño y en los lugares más altos aquello que se utiliza más raramente. Para los juguetes podemos utilizar contenedores, si no es transparente que permita ver su interior, podemos poner etiquetas coloridas o con símbolos o dibujos para que les sea más fácil reconocer dónde guardar cada cosa. Existen contenedores con ruedas para su mejor desplazamiento y los hay incluso que pueden colocarse bajo la cama y ‘esconderlos’ cuando no se utilizan.

Los cajones dan mejor resultado que las estanterías para los niños más pequeños, son más fáciles de alcanzar y de organizar. Conforme los niños son más mayorcitos, el uso de estanterías para colocar sus libros o aquellos juguetes con los que ya no juegan tanto, es una buena idea.

La hora de la creatividad y el estudio
Una mesa y una silla han de tener su hueco en la habitación de los niños. Ahí los chiquitines podrán dar explosión a su capacidad creativa y los más mayorcitos podrán realizar sus deberes. La ergonomía es un punto que casi nunca tenemos en cuenta, pero que es muy importante llegados a este punto. Para los más mayorcitos la silla debe tener su altura poplítea, el ángulo realizado por la rodilla debe estar en ángulo recto y los pies tocando el suelo apoyados en la planta, una buena postura sedente ahorrará problemas de espalda cuando el niño crezca y además le estamos ayudando en una buena educación postural. La mesa deberá tener su altura en consonancia.

Colores para su ánimo
Al respecto de los colores más idóneos, la cromoterapia nos dice que los colores fríos ayudan a conciliar mejor el sueño y a relajar el ambiente, lo que quizá sea adecuado para niños “moviditos”, para aquellos otros que sean más tranquilos podremos utilizar también los colores cálidos como puedan ser el amarillo, el rojo o el naranja.

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