Valencia, 20/11/2009, A.R.T.L.
Las alfombras son elementos decorativos que a veces se hacen imprescindibles, ya sea para evitar el frío suelo en invierno o para dar un ambiente distinto a cualquier estancia. Es muy importante elegir el tipo de alfombra que más nos convenga y tener siempre en cuenta el material según vayamos a utilizar la alfombra en verano o en invierno.

A pesar de lo elegante, cálida o del toque especial que le de una alfombra a un espacio, los “accidentes” son inevitables y a veces nos encontramos con manchas en las alfombras. Lo mejor es elegir una alfombra resistente a las manchas y que además sea fácil de limpiar.
Siga siempre las instrucciones del fabricante para la limpieza de la alfombra y sobre todo si ha adquirido una alfombra con un tratamiento antimanchas, con el fin de no perder la garantía del fabricante.

De todos modos no está de mal aprender unos pequeños trucos para las manchas, lo mejor es eliminarlas inmediatamente, para no se sequen del todo. Intente secar la zona a limpiar con papel secante o una toalla y aplique agua con bicarbonato, luego vuelva a secar la mancha. Si aún así la mancha no desaparece aquí damos unos pequeños trucos para algunos tipos de manchas. Familiarícese con el método que debe emplear para quitar manchas antes de que aparezcan. Tendrá mejores resultados si las elimina inmediatamente.

Seque siempre el área que va a limpiar con papel secante. Uno de los mejores limpiadores para manchas con base de agua es el agua carbonatada. Tenga a la mano una botella a temperatura ambiente, para casos de urgencia. Después de secar la zona con una esponja o toalla de papel, vierta un poco de agua carbonatada y deje que se asiente durante un rato. Luego, vuelva a secar para quitar la mancha.

Para manchas de cerveza, refrescos, zumos, huevos o acuarela primero absorba el exceso de líquido, intente lo que hemos explicado un poco más arriba, si aún así persiste disuelva media cucharadita de lavavajillas en medio litro de agua y aplíquelo con los dedos sobre la mancha, absorba el exceso con papel de cocina o con una toalla y enjuague con agua tibia, luego seque bien.

Las manchas de sangre, vino y fruta suelen salir bien con agua oxigenada. Primero absorba el líquido y luego eche un chorro de agua oxigenada sobre la mancha. Utilice un paño o una esponja y, con mucho cuidado, frote lentamente, absorba de nuevo, y repita los pasos hasta que la mancha desaparezca. De todas formas, y ante cualquier duda, contacte con un profesional.

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