El Proyecto “Sistema Distribuido de Inteligencia Ambiental” desarrollado por AIDIMA durante 2011 y 2012, financiado por IMPIVA mediante fondos FEDER ( Fondo Europeo de Desarrollo Regional ), plantea un escenario de Inteligencia Ambiental ( AmI ) centrado en el hábitat y basado en el mobiliario como una interfaz capaz de identificar y reconocer las necesidades del usuario, adaptando el entorno para satisfacer dichas necesidades. En un contexto ideal, podría incluso anticiparse  a dichas necesidades.

Por tanto, el objetivo último del proyecto es crear una nueva categoría de “mobiliario inteligente”, evolucionado a partir del mobiliario domótico, que pueda interactuar con otros dispositivos para anticiparse a las necesidades de las personas en determinados tipos de ambiente.

Los resultados tangibles del proyecto se orientan al desarrollo de prototipos demostradores que permitan, por una parte, conseguir una amplia difusión del proyecto en el ámbito empresarial, y por otra la validación experimental del sistema de inteligencia ambiental diseñado.

Para poder desarrollar este prototipo o réplica de una vivienda simulada, donde se pueda demostrar el funcionamiento del sistema de Inteligencia Ambiental y se utilice para validar el sistema desarrollado lo primero que debemos definir variables ambientales susceptibles de control y los modos de interacción de los usuarios con el mobiliario.

En las primeras fases del proyecto se han identificado las variables ambientales, es decir, sobre qué podemos hacer que el sistema actúe, y posibles modos de interacción de los usuarios con el mobiliario, actividades más cotidianas que se pueden realizar en un hogar y que interactúan con el mobiliario existente en las viviendas de una u otra manera.

Se han clasificado las actividades identificadas como simples o complejas ( estarían compuestas por varias simples ). Una vez clasificadas todas las actividades detectadas se realizaron diferentes matrices para poder relacionar cada una de las actividades complejas con las diferentes actividades simples (que serán realmente las que podremos relacionar con las variables medibles). A partir de esta matriz se elaboraron una serie de hipótesis sobre los patrones de comportamiento, obteniendo un cuestionario con dichas hipótesis para poder realizar posteriormente pruebas y contrarrestar dichas hipótesis.

A continuación se han realizado los cuestionarios en una muestra de más de 50 personas, con el fin de contrastar las hipótesis y comprobar cuáles son los patrones de comportamiento más comunes en la muestra analizada, y así poder filtrar aquellas actividades que consideramos indispensables para medir y poder establecer relaciones con las variables ambientales. Estos cuestionarios se han realizado en base a entrevistas personales con los usuarios.

Una vez obtenidos todos los datos se ha realizado un análisis detallado de los mismos, en función del sexo, edad, número medio de personas que viven en los hogares analizados, y análisis de cada una de las actividades identificadas como más cotidianas que se realizan en los hogares. Podemos ver el análisis detallado en el documento Modelización de interacciones y respuestas ambientales. Resultados y análisis de pruebas realizadas. Puede desacargar este documento a través de este ANEXO.

 A partir de este análisis se definirá el conjunto de dispositivos que formarán parte del sistema y que darán lugar al demostrador o prototipo de vivienda gestionada con un sistema de Inteligencia Ambiental.

Si desea más información del proyecto, puede ponerse en contacto con AIDIMA

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