Maison Object Ambiance now designavivre

 Fuente: Tendencias Hábitat 2007. Publicado por AIDIMA 
¿Los modernos tiraron la comodidad por la ventana? A Le Corbusier no le gustaban las vitrinas ni los aparadores. Consideraba que llenaban las casas de trastos inútiles y que obligaban a que éstas fueran más grandes y, por tanto, más caras. Su propuesta (la casa como una máquina de habitar) hoy sigue siendo sinónimo de cómodo y de rancio. ¿Tenían los muebles realmente la culpa? Las ventajas, y los problemas, de habitar en una sala de máquinas higiénica, abierta y de producción industrial han generado el mayor debate del diseño doméstico de los últimos cien años. Se dieron muchas vueltas, Se escribió no mucho y sí se diseñó más. La mejor casa existe, pero cada uno debe decidir la suya, el mejor mobiliario existe, pero cada cual elige el suyo. Hablar del presente y futuro próximo exige una permanente revisión del pasado.

1. La expresión
Italia puso las ideas, y Nueva York las hizo famosas. Corría el año 1972. El escenario era el MOMA, y la exposición, Italy: the new domestic landscape. ¿Los protagonistas? Gae Aulenti, Ettore Sottsass o Joe Colombo. Las propuestas iban desde la arquitectura modular y transportare para huir de la civilización hasta la explosión de color que llegarla en 1981 con el movimiento Memphis italiano. Ese nuevo estilo combinó materiales caros y nobles con cursilerías baratas. El adorno, tanto tiempo desterrado durante la segunda mitad del siglo XX, regresó alegre y desenfrenado. Con todo, aunque la resonancia de Memphis fue enorme, los muebles sólo se vendían como piezas únicas. Eso mató el estilo. Pero Karl Lagerfeld decoró dos de sus viviendas con muebles Memphis.

2. Limpieza ornamental
Vaciar para ver. El segundo paso, tras la entrada ornamental del arte en el hogar, fue despojar. El arquitecto Josef Hoffmann decoró una casa de campo con alfombras y papeles estampados geométricos y con muebles de madera curvada. Se buscaba “vaciar ópticamente la vivienda de trastos”. La muestra tuvo lugar en 1908.

3. Modernidad
La exposición de WeiBenhof marca un antes y un después en la vivienda. En 1927, 16 arquitectos construyeron allí 33 viviendas bajo la dirección de Mies van der Rohe. Los muebles en serie se impusieron. Crecieron las ventanas. El cortinaje dejó pasar la luz.

4. Arte para la vida
El arte puede mejorar la vida. Debía impregnar la cotidianidad. Se trataba de elevar el espíritu. Las casas podían hacerlo. Lo demostró la primera exposición sobre construcción en Alemania. Un documento de arte alemán, celebrada en Darmstadt en 1901. Josef María Olbrich construyó siete casas modelo, y Peter Behrens, una con la decoración a la medida de tan altas aspiraciones.

5. Diseño orgánico
El finlandés Eero Saarinen y el norteamericano Charles Eames ganaron el concurso convocado por el MOMA para renovar los muebles domésticos. Sus sillas de madera contra-chapada eran asientos ligeros y ergonómicos. La gomaespuma sustituyó a los muebles. La muestra Organic design in home furnishings (1941) abrió una puerta. Pero los diseños tardarían en fabricarse por la interrupción de la II Guerra.

6. El plástico
¿Cómo viviremos mañana? La pregunta la lanzó una empresa de productos químicos. Bayer, en la feria de Colonia de 1968 a 1970. La respuesta estaba en el plástico. Se convirtió en el material de los sesenta. El danés Verner Panton (1968 y 1970) y el italiano Joe Colombo (1969) cuajaron sus viviendas del futuro con ideas visionarias. En la exposición Visiona fundieron arquitectura y muebles y adelantaron el futuro rompiendo convenciones.