El sistema que se quiere implantar en Valladolid trataría de mantener lo que se denomina como una luz de seguridad, con una intensidad muy reducida, y aumentaría la luminiscencia al detectar la presencia de un peatón. En estos momentos, los técnicos se encuentran en la fase de selección de las calles en las que se realizarán las primeras experiencias de instalación de los detectores de presencia.

El primer criterio es que la prueba piloto se desarrollará en vías peatonales, con lo que se evitaría la activación al paso de los vehículos; y en segundo lugar tienen que ser poco transitadas por las noches, según explicaron fuentes municipales. Dentro de estos parámetros quedarían descartadas calles peatonales importantes como Santiago, Mantería o el entorno de la Catedral, dado el tránsito nocturno que soportan, en algunos casos ligados a las zonas de copas contiguas. Pero las vías adyacentes o el entorno del Teatro Calderón, por ejemplo, son puntos susceptibles de implantación, de acuerdo con los criterios técnicos.

El sistema funcionaría de forma similar a los detectores de presencia que ya existen en locales cerrados como los servicios de bares o salas museos -en el Patio Herreriano se ha instalado recientemente- o incluso en viviendas particulares para acceder a garajes y jardines. Hasta ahora, el servicio de alumbrado público existe una concesión a una empresa que vence en el año 2014. En el momento de convocar el nuevo concurso de explotación será cuando se valoren las mejoras introducidas en materia de ahorro con un modelo similar al que se está empleando para otros servicios, con compensaciones para la empresa adjudicataria por la explotación durante unos años a cambio de las inversiones realizadas.