Lámpara de Ros Lovergrove para Artemide

En Euroluce se puso en evidencia la encrucijada en la que se encuentra el sector de la iluminación. Por un lado, la tecnología del LED, que triunfa desde hace tiempo a nivel mundial y que se puede utilizar realmente en los productos en serie, gracias a su rendimiento superior y a sus precios más asequibles, y que postula la miniaturización posible de los artefactos. Por otro, la tendencia que le presta una gran atención a la ‘gran escala’ y a la ‘riqueza de la imagen’: el tema de la araña, que conlleva la vuelta del punto de Iluminación central.

Así, se vio desde las formas geométricas simples hasta las soluciones excesivas, en las que destacó la poética instalación de Ingo Maurer, ‘Le lacrime del Pescatore’. Es esta una triple red “de pescar”, que incorpora 350 cristales de grandes dimensiones y ligeramente fosforescentes, que se pueden posicionar a voluntad, para modificar la configuración de la araña. Tampoco faltaron los planteamientos lúdicos, como la araña ‘Wing’ de Monica Förster para Zero,cuyos perfiles metálicos, que descansan en varillas de metacrilato, oscilan alrededor de la luz central, como una bandada de pájaros en vuelo, ni los evocadores de mundos naturales, tendencia que también se halla en la propuesta que Lagranja presentó para Pallucco, una araña denominada “Corallo”, que consta de un elemento de policarbonato moldeado, como no podía ser de otra manera, con forma de rama de coral, la cual se enrolla para dar vida a unas grandes esferas caladas.

Por su parte, en ‘Tress’ para Foscarini, Marc Sadler propone un trenzado de hilos en baño de resina que se inspira en la poesía de los cestos. En esta misma temática orgánica, se inscribe la obra de Ross Lovegrove, quien propuso para Artemide una hoja gigante abstracta, en su versión de pie o colgante, como una crisálida acurrucada sobre su propio eje. Sorprendió también para Artemide la deconstrucción de la lámpara de pie de Zaha Hadid.

En contraposición, la alternativa de lo ‘pequeño’, lo apuesta minimal que permite la tecnología LED. Una de las mejores interpretaciones de este tema fue la de Antonio Citterio para Flos y en el que el potencial de las nuevas fuentes de luz se valora al máximo, conservando la austeridad formal.

También para Flos, Rodolfo Dordoni diseñó un aplique que incorpora una emisión de haces luminosos y una fuente de luz de ahorro energético.

Fuente:  periódico ‘El Sector’ publicada por FEVAMA. Autor del artículo: Ramón Sabater

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