Todos los productos y servicios tienen un impacto ambiental, bien sea durante su producción, su utilización o su eliminación final. El reto es como compaginar dicho crecimiento del bienestar socio-económico con el respeto al medio ambiente en un desarrollo sostenible.

El Ecodiseño es una nueva metodología y visión para el diseño de productos industriales en la cual el medio ambiente es tenido en cuenta a la hora de tomar decisiones durante el proceso de desarrollo de productos como un factor adicional, pero importante, a los que tradicionalmente se han tenido en cuenta (costes, calidad,…).

Su objetivo es reducir el impacto ambiental del producto a lo largo de todo su Ciclo de Vida, esto es, todas las etapas de la vida de un producto, desde la obtención de materias primas y componentes hasta su eliminación una vez que es desechado.

En el proceso de ecodiseño destacan por su importancia las herramientas utilizadas para el análisis ambiental, que ayudarán a los diseñadores y demás integrantes del equipo de diseño durante el desarrollo de los productos. El análisis de ciclo de vida es uno de los sistemas más utilizados y además el único estandarizado por la serie de Normas ISO 14040 lo que le da una mayor aceptación y rigurosidad. Su objetivo principal es proporcionar información sobre el comportamiento ambiental de un producto desde la obtención de materias primas hasta el fin de su vida útil. Sin embargo, existen otras herramientas más sencillas, a nivel cualitativo o semicuantitativo. La selección de una u otra herramienta dependerá de los objetivos del análisis y de los recursos disponibles de la empresa (información, recursos humanos y económicos, tiempo, etc.).

Como resultado de la aplicación sistemática del proceso de ecodiseño de sus productos, una empresa puede llegar a certificar su sistema de gestión ambiental del proceso de diseño y desarrollo de producto: norma UNE 150.301, más conocida como Norma de Ecodiseño. El objeto de esta norma va más allá de garantizar el diseño de un determinado producto “ecológico”, “verde” o respetuoso con el Medio Ambiente. El cumplimiento de los requisitos de esta norma implica que la organización ha integrado una sistemática para identificar, controlar y mejorar de manera continua los aspectos medioambientales de todos sus productos y/o servicios, de modo que le permita adaptarse progresivamente a los avances de la técnica.

A menudo los resultados del análisis ambiental y/o mejoras ambientales conseguidas en el proceso de ecodiseño se utilizan como instrumento de información al consumidor, y así decantar su elección al “ecoproducto”. Para esta función, el medio más empleado es el ecoetiquetado, en cualquiera de sus versiones.

En el marco de los esfuerzos para estandizar los principios, prácticas y características clave de las ecoetiquetas voluntarias, ISO ha editado normas referidas a los principales tipos existentes: ecoetiquetas certificadas que garantizan el cumplimiento de una serie de criterios para cierta categoría de productos (Tipo I), Autodeclaraciones (Tipo II) o Declaraciones Ambientales de Producto basadas en análisis de ciclo de vida (Tipo III).

Fuente: Ecoboletín 39 de AIDIMA
Autora artículo: Patricia Boquera
Departamento de Materiales y Medio Ambiente de AIDIMA