Proyecto PROINNOMADERA:
Newsletter # 1-2016
En diciembre de 2015 ha concluido la primera de las dos anualidades del proyecto de I+D PROINNOMADERA (Productos innovadores procedentes de plantaciones de madera y orientados a mejorar la competitividad del sector valenciano de la madera y biomasa). Este proyecto ha sido financiado por el IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial). También ha sido cofinanciado al 50% por el Programa Operativo FEDER de la Comunitat Valenciana 2014-2020. A continuación se detallan los principales resultados obtenidos.
AIDIMA realizó en la primera anualidad del proyecto, en el paquete de trabajo 1, un completo estudio bibliográfico para conocer las especies empleadas y las que podrían emplearse en la Comunidad Valenciana con fines madereros y biomásicos. En el estudio se investigaron las especies de mayor relevancia para el entorno mediterráneo, se analizaron preliminarmente su viabilidad ambiental y económica como madera y biomasa y, por último, se determinó el uso de madera y biomasa procedente de plantaciones, así como los precios que alcanzan.
Las especies analizadas fueron el chopo (Populus sp.), la paulownia (Paulownia sp.), el cerezo (Prunus avium), el nogal (Juglans sp.), la robinia (Robinia pseudoacacia), el fresno (Fraxinus excelsior), el serbal (Sorbus sp.), el sauce (Salix sp.) y el almez (Celtis sp.).
La especie más prometedora ha resultado ser la paulownia. Esta especie da lugar a árboles de crecimiento extremadamente rápido que llegan hasta los 30 metros de altura; con troncos de entre 1,0 y 2,25 metros de diámetro, de fuste recto, cilíndrico, de color grisáceo, con suaves estrías longitudinales y casi siempre sin nudos.
En comparación, por ejemplo, con el pino insigne (Pinus radiata), la paulownia crece tres veces más rápido que él, y puede alcanzar en 5 años la misma altura y diámetro que el pino en 15 años.
La madera de paulownia (a menudo conocida como kiri) es de alta calidad, de color claro, dura pero ligera y de baja densidad (entre 250 y 330 kg/m3, dependiendo del suelo y de las condiciones de crecimiento del árbol). Para condiciones mediterráneas, la densidad de esta madera es de 270-300 kg/m3.
La baja densidad de la madera de paulownia se considera una ventaja importante, pues en España es la especie con menor densidad. El chopo (Populus sp.) la sigue en ligereza, con densidades que oscilan entre 330 kg/m3 y 370 kg/m3, dependiendo de la localidad de procedencia.
Esta madera tiene una buena resistencia al fuego, dada su baja densidad, pues su temperatura de ignición es de 420-430ºC, cuando las frondosas suelen tener temperaturas de ignición de 220-250ºC. La baja densidad de esta madera, así como su ausencia de silicatos, hace que se pueda mecanizar y encolar con facilidad. Presenta una estabilidad dimensional excelente; ni siquiera en condiciones de exterior se tuerce, agrieta o deforma.
Por estas características, la madera de paulownia se emplea sobre todo para fabricar mobiliario, instrumentos musicales y revestimientos destinados a uso interior. Se usa también en carpintería general, armarios, puertas, ventanas, molduras, marcos, embalajes, cajas, parqués, cubiertas de barcos, acabados en aviones, tableros encolados, juguetes y tableros contrachapados ligeros y ultraligeros, así como para la obtención de biomasa (astillas que después se usan para fabricar biocombustibles sólidos como pellets y briquetas, o con las que directamente se produce energía térmica o eléctrica), fibra de madera y pulpa para papel. Esta madera es idónea para generar pulpa, pues necesita muy poco blanqueado.
Debido al rápido crecimiento de la paulownia, la primera cosecha comercial para madera se da entre los 6 y los 8 años desde su plantación, frente a los 20 o 25 años que necesitan en general las plantaciones de crecimiento rápido de otras especies. Debe tenerse en cuenta que la paulownia rebrota después del apeo 3 veces, con los turnos mencionados o similares, o bien 6 o 7 veces en turnos de 3 años, antes de que su rendimiento decaiga significativamente.
Según fuentes consultadas por AIDIMA, en condiciones de la península ibérica, con un marco de plantación de 5 x 4 m o de 6 x 4 m, un árbol de paulownia produce 1 m3 de madera a los 8-10 años de plantación, y por lo expuesto antes sobre el rebrote tras el apeo pueden conseguirse hasta 3 m3 en aproximadamente 25 años sin que sea necesario volver a plantar. Esto sitúa la producción en cada corte en aproximadamente 420-500 m3/hectárea.
Para plantaciones de paulownia destinadas a biomasa o a pulpa para papel se recomienda un marco de plantación de 3 x 2 metros (1.666 árboles/ha) e incluso inferior. El turno apropiado es de 2-3 años, con el cual la vida media de la plantación es de 18-21 años antes de que deba ser replantada.
La paulownia puede producir anualmente entre 35 y 45 toneladas y por hectárea de biomasa aprovechable suficientemente seca (en plantaciones de 1.600 plantas/hectárea), aunque en las mejores condiciones en territorio español puede llegar a superar las 60 toneladas. Con un nivel de humedad en torno al 30%, la biomasa de paulownia tiene un poder calorífico próximo a 3.000 kcal/kg, y si está absolutamente seca se aproxima a 4.500 kcal/kg.
En la Comunidad Valenciana existen crecientes proyectos de cultivos de paulownia en crecimiento rápido, sobre todo en tierras agrícolas, como alternativa a los cultivos tradicionales (naranjo, almendro, vid, olivo).
Esto ha causado que en los últimos años esta comunidad disponga de viveros especializados. Por ejemplo, existen pequeñas plantaciones en la Canal de Navarrés (Enguera, Navarrés, etc.) la Ribera Alta y Ribera Baixa (Alzira, Sueca, Turis), l’Horta (Picanya), los Serranos (Villar del Arzobispo), siempre en terrenos aptos para la agricultura.
Sobre todo en la Comunidad Valenciana y en Cataluña existen pequeñas plantaciones de paulownia pertenecientes a pequeños propietarios. Al ser muy recientes, se desconoce aún las cantidades de madera y de biomasa finales que se obtendrán de ellas, y por tanto su rentabilidad y viabilidad. Según señala Miguel Ángel Abián, coordinador y responsable técnico del proyecto, algunas de estas plantaciones no se han hecho con un marco de plantación adecuado para la zona mediterránea, y ello repercutirá en una menor producción de madera y biomasa.
Aparte de la paulownia, otras dos especies que AIDIMA ha determinado de interés para plantaciones en la Comunidad Valenciana son el nogal y la robinia. Por el momento, apenas existen plantaciones de dichas especies ni hay todavía resultados, pues son especies de crecimiento lento (turnos mayores de 30 años para obtener madera de calidad).
En el paquete de trabajo 2, AIDIMA definió una metodología de toma de datos y análisis en campo de plantaciones; posteriormente, varios investigadores tomaron datos y muestras en varias plantaciones de la Comunidad Valenciana, algunas mencionadas ya antes. Como resultado final de este paquete de trabajo, se prepararon unas fichas descriptivas de las parcelas muestreadas, con los datos estadísticos correspondientes.
A continuación se presenta una ficha descriptiva de una de las parcelas muestreadas, con los datos estadísticos correspondientes.
En el paquete de trabajo 3 se prepararon unas fichas de especie, viabilidad y producción, para las que trataron estadísticamente los datos de las diferentes parcelas muestreadas en el anterior paquete de trabajo. A continuación se muestra una de las fichas de especie que se prepararon.
Por último, en el paquete de trabajo 3 se prepararon unos mapas de las áreas potenciales en la Comunidad Valenciana para plantaciones de las distintas especies de interés.
En el paquete de trabajo 4, actualmente en ejecución y que tiene como objetivo determinar las necesidades del sector de madera y biomasa procedente de las especies de plantación de interés, se ha establecido ya contacto con varias empresas interesadas en la paulownia y se está trabajando en preparar encuestas y reuniones con empresas y federaciones para establecer las necesidades del sector de la madera y biomasa.
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